Aunque el público disfrutó mucho de nuestra actuación y nos trataron pero que muy muy bien, éste fue sin duda un concierto distinto.
La actuación se celebró en el Hotel Astoria-Bambi. y para empezar la disposición del público es un tanto singular, porque el escenario queda rodeado de gente casi por todas partes y la misma además está sentada a diferentes alturas...¡no sabes muy bien dónde mirar!
El formato es el de un concierto clásico, los artistas no presentan las canciones o hablan entre tema y tema, con lo que, para agradecer los aplausos, nos limitamos a una elegante reverencia entre canción y canción. El público, extranjero en su mayoría, guarda un respetuoso silencio mientras dura cada tema, lo cual es síntoma de buena educación musical, pero resulta un poco raro al principio para un grupo acostumbrado al bullicio de los bares y fiestas.
Por primera vez hicimos tres pases de 20 minutos, centrados cada uno en skiffle, música hawaiana y rock and roll muy clásico, con tres cambios de vestuario, uno para cada pase.
Además nunca habíamos usado en un solo concierto tantos instrumentos distintos: guitarra acústica, guitarra eléctrica, bajo, batería, mandolina, banjo, steel guitar, ukelele, armónica, kazoo, tea chest bass, spoons, washboard....
Finalmente es la primera vez, y seguro que no será la última, que actuamos con el gran Kiko Castro a la batería y la percusión. Un excelente músico y una persona entrañable con la que pasamos muy buenos momentos tanto en el escenario como en el local de ensayo ¡Gracias Kiko, un auténtico placer tocar contigo!
La actuación se celebró en el Hotel Astoria-Bambi. y para empezar la disposición del público es un tanto singular, porque el escenario queda rodeado de gente casi por todas partes y la misma además está sentada a diferentes alturas...¡no sabes muy bien dónde mirar!
El formato es el de un concierto clásico, los artistas no presentan las canciones o hablan entre tema y tema, con lo que, para agradecer los aplausos, nos limitamos a una elegante reverencia entre canción y canción. El público, extranjero en su mayoría, guarda un respetuoso silencio mientras dura cada tema, lo cual es síntoma de buena educación musical, pero resulta un poco raro al principio para un grupo acostumbrado al bullicio de los bares y fiestas.
Por primera vez hicimos tres pases de 20 minutos, centrados cada uno en skiffle, música hawaiana y rock and roll muy clásico, con tres cambios de vestuario, uno para cada pase.
Además nunca habíamos usado en un solo concierto tantos instrumentos distintos: guitarra acústica, guitarra eléctrica, bajo, batería, mandolina, banjo, steel guitar, ukelele, armónica, kazoo, tea chest bass, spoons, washboard....
Finalmente es la primera vez, y seguro que no será la última, que actuamos con el gran Kiko Castro a la batería y la percusión. Un excelente músico y una persona entrañable con la que pasamos muy buenos momentos tanto en el escenario como en el local de ensayo ¡Gracias Kiko, un auténtico placer tocar contigo!
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