Un concierto accidentado (guitarras que se caen, cuerdas que se rompen...), pero divertido como pocos, donde público y grupo disfrutamos cada minuto, y en el que agradecemos especialmente la labor de Héctor en la mesa de sonido, haciendo lo imposible por mejorar los problemas acústicos de la sala.
Yeah! It’s only rock and roll but I like it!
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